“La verdadera guerra del Perú es contra la pobreza, desigualdad, informalidad y corrupción”, refirió el presidente del gremio, Juan Varilias Velásquez.
El presidente de la Asociación de Exportadores (ADEX), Juan Varilias Velásquez, invocó al Ejecutivo y Legislativo a reflexionar y asumir un compromiso a fin de superar la crisis política que el Perú enfrenta y convertir esta coyuntura en una oportunidad para hacer los cambios necesarios y enrumbar por la senda de desarrollo, al cual tienen derecho todos los peruanos.
“La verdadera guerra del Perú es contra la pobreza, desigualdad, informalidad, corrupción y la ineficiencia. Si nos entretenemos en cálculos políticos y en la defensa de intereses particulares, en vez de plantear una guerra firme a estos problemas, seremos derrotados”, enfatizó.
Opinó que la clase política equivoca su enfoque, pues se concentra en el cuestionamiento de determinadas autoridades, como si la estructura institucional del país fuera una máquina perfecta que solo necesita un conductor diestro para producir buenos resultados. “Lo cierto es que no se está reconociendo que la ineficiencia, la corrupción, la incapacidad y la penetración de ideologías antisistema han llevado al país a un deterioro institucional grave”, añadió.
Puntualizó que el problema es tan grave que cualquiera que asuma una función ejecutiva con la más sincera intención de aportar a la recuperación del país va a verse rodeado de obstáculos que mermarán seriamente su desempeño.
“Económicamente, el Perú creció gracias a las reformas del pasado. Ahora, reducimos nuestra marcha por la falta de reformas que se requieren pensando en el futuro. Por lo tanto, la crisis actual no se superará con el cambio de un ministro o de la totalidad del gabinete. Ni siquiera la disolución del Congreso representa una solución”, comentó.
Varilias refirió que la condición necesaria para salir de esta crisis es que las autoridades elegidas le den la cara a su electorado para interpretar mejor el mandato que recibieron. Es partir de ello que esperamos que las principales fuerzas políticas se den cuenta que para derrotar a los verdaderos enemigos del Perú, es necesaria la unión.
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