Los Vïnculos‏

Vivimos en un mundo de relaciones y vínculos. Las personas que están en nuestras vidas no están allí por casualidad.
Somos seres que coexistimos en comunidad (común-unidad), todos unidos por lazos invisibles que nos agrupan en una telaraña que nos entrelaza.
No podríamos sobrevivir sin la presencia de los otros. Y atraemos energéticamente a las personas que nos rodean tanto a nivel psíquico como espiritual, por lo que estos encuentros no son producto del azar.
Todas las relaciones nos modifican, nos cambian, nos enriquecen y transforman.
Espejan nuestros dones y defectos en igual medida y nos alientan a mejorarnos.
Son un reflejo de nuestro mundo interno y nos muestran, si sabemos leer los signos y mensajes que reflejan y comprenderlos, qué es lo que debemos mejorar de nosotros mismos.
Cada contacto con el otro, aunque sea efímero, nos hace diferentes, nos nutre, nos permite crecer.
Las relaciones nos revelan, nos enseñan, exponen en el exterior lo interno.
Pareciera que ciertas relaciones producen mayor impacto que otras en nuestras vidas, aunque todas nos transforman de alguna manera, desde un linyera pidiendo limosna en la calle, aunque a veces juguemos a que no los vemos, a la presencia de un ser querido y hasta la de una mascota modifican nuestra realidad.
Lo que te molesta del otro no es más que el reflejo de algo que debes modificar en tu interior.
Vivimos en un mundo de espejos infinitos y si no te agrada lo que observas de tu realidad, por favor no intentes romper el espejo, sino más bien transforma y modifica la visión de lo que estás proyectando en él.
Es imposible vivir sin relacionarnos y cuando el vínculo está sustentado sobre la base del amor éste se acrecienta.
El amor que solemos brindarnos a nosotros mismos será de la misma calidad del amor que donaremos a los demás.
Y si en tu mundo sentís que no recibís suficiente amor o no es de la manera que te gustaría, te invito a que revises el amor que te estás ofreciendo a vos mismo.
Así como te ames, será como sientas que te aman.
El amor que ves afuera de vos no es más que el reflejo de la medida de cómo vos te soles amar.
Y no me refiero al amor egoísta  o egocéntrico, sino al de la autoestima bien asentada que te dice que sos merecedor de todo lo mejor de la vida por derecho natural.
Por ello dicen amaras a tu prójimo como a ti mismo. Es imposible amar de alguna otra manera.
Lic. Laura Fichendler
Fe de errata:
Agradezco a quienes me informaron amorosamente que la canción Let it be, la cual nombre en mi artículo anterior, pertenece integramente a Paul McCartney y no a Lennon.
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