Cuando pensábamos que el proyecto del congresista Huayre parecía el más razonable para el reinicio de las operaciones, éste ha sido desestimado y en su reemplazo hay ahora uno de Rolando Reátegui del grupo fujimorista y otro de Gana Perú que se discute en el congreso. Reátegui le da a Doe Run un año de plazo para culminar el último proyecto PAMA y recién después reiniciar las operaciones. Además condiciona la aprobación del proyecto al retiro de la demanda que tiene la empresa en contra del Perú en los Estados Unidos. El tema, que parece una telenovela de infarto y les hace perder la paciencia y las buenas formas a los trabajadores, estaría así:
1.- Darle un año de plazo es decirle a Doe Run sabemos que no vas a cumplir y en consecuencia tus permisos de operaciones serán cancelados. Es inviable porque la planta tiene que estar operando para reajustes técnicos y porque todos los circuitos están interconectados. Reiniciar las operaciones después de completar el último PAMA es no considerar la situación de los trabajadores paralizados, cobrando su sueldo sin hacer nada. De la venta de concentrados saldrá para la inversión y obligaciones.
2.- Dicen que los trabajadores se han convertido en los voceros de la empresa. No hay quien sepa mejor el tema que ellos y en consecuencia sus opiniones deben considerarse. Más de 36 mil personas quieren el reinicio de las operaciones y no pueden ser ninguneadas. Los congresistas de Junín deberían saber al dedillo el tema y liderar una solución. Dejaron a Huayre y su proyecto a la deriva sin el apoyo político que la bancada Junín debió dar.
3.- Brasil y Bolivia estarían planeando construir complejos parecidos al de La Oroya. Allí se irían todos los concentrados del Perú para beneficio económico de ellos y no de nosotros. Allí estarían los gatos encerrados.
4.- Ya hemos dicho que Doe Run tiene mala fama. No supo explicar a tiempo las inconveniencias que tuvo cuando paralizó sus operaciones y tampoco enfrentar los pasivos ambientales que aceptaron cuando compraron la siderúrgica en 1997. La fundición contamina y es el mismo estado peruano quien desde 1921 permitió esos daños ecológicos cuando la Cerro de Pasco Corporation y Centromin Perú operaban el complejo.
5.- Se dice que Doe Run es tramposa y sinvergüenza sin destacar que triplicaron la inversión de los nueve proyectos ambientales PAMA para adecuarlos a las normas internacionales vigentes, que cumplen de alguna manera sus obligaciones con sus trabajadores y que es dirigida y operada por profesionales peruanos.
La opinión de los ingenieros no es tomada en atención. La frustración de toda una población no importa. Lo que vale son esos gatos encerrados que persisten en mantener este tema sin solución para ¿apropiarse de algo que no les pertenece?
Manuel A. Gago
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