Un nuevo tema (morbo) para los medios de comunicación (Caso Walter Oyarce)

Franzelly Soto Barboza

Atrás quedó el caso de Ciro Castillo y de los niños que fallecieron a causa del envenenamiento de los alimentos en Cajamarca. Hoy el tema central para los medios de comunicación es la muerte de Walter Oyarce, hincha de Alianza Lima.
La percepción que tengo al respecto es, básicamente, que los medios han buscado lo más rentable -lo morbo- y la nueva peliculina que nos tendrá asediando por varios días. Y el tema cae súper bien -un muerto en el clásico del futbol peruano- teniendo en cuenta que los dos temas anteriores ya estaban cayendo en lo rutinario, por tanto perdían el interés del público.
El domingo todos los programas televisivos y diarios de circulación nacional tenían en primera plana lo sucedido. Es más, el primer programa de Rosa María Palacios –a través de canal 13- empezó con una crónica de lo sucedido el día sábado en el estadio Monumental.
Por otro lado, vemos que el Estado y los medios de comunicación solo reaccionan cuando el fallecido pertenece a la familia de alguna autoridad importante. Dos ejemplos claros son: el atentado que sufrieron la hija y esposa del congresista Gallardo y, este último, donde el padre de Walter Oyarce es nada menos que comandante de la marina. Claro, si los hampones y asesinos chocan con los de cuello blanco, recién las personas indicadas de velar por la seguridad reaccionan… ¿Pero quiénes reaccionaron cuando dejaron vacio la tienda de abarrotes de mi vecino? Es más, lo dejaron prostrado en una cama del hospital por más de 6 meses… ¿Quién hace algo cuando asaltan y dejan herido a alguna persona que vive en las zonas periféricas de la ciudad? Simple, nadie.
El problema de la violencia en los partidos de fútbol no se solucionará con la suspensión del descentralizado ni con que los partidos se jueguen a puertas cerradas, tampoco con que se vete por allí ciertos estadios, no!!!… El problema es de fondo de una integración en lo que respecta educación, oportunidades y reconciliación con aquellas personas que jamás tuvieron nada, en la mayoría de casos.
Así mismo, no por culpa de dos o cuatro adefesios todos debamos estar sometidos a las represalias post atentados que sucedan en los estadios. Los culpables que se sometan a la justicia y, los demás, déjenos seguir disfrutando del deporte rey.
Por cierto, no es egocentrismo, sino realismo de las cosas… Que las autoridades encargadas tomen al toro por las astas y no vengan a tapar lo que sucede como se tapa una olla al cocinar.
muchas gracias Ayacucho por este aporte