Tras reunirse hoy en la mañana en las instalaciones de Inictel, en San Borja, la junta de acreedores de la minera Doe Run Perú (DRP) decidió reestructurar la empresa, la cual está asfixiada por millonarias deudas y por el incumplimiento del Programa de Adecuación y Medio Ambiente (PAMA).
Como se recuerda DRP paralizó en el 2009 las operaciones del Complejo Metalúrgico de La Oroya, donde laboraban más de 2.500 trabajadores.
José Mogrovejo, presidente de Asuntos Corporativos de DRP, comentó que el próximo 18 de enero se realizará una nueva reunión y se decidirá quién administrará la empresa y se aprobará uno de los planes de reestructuración para poner en marcha las operaciones en La Oroya.
“Confiamos que en la próxima votación se apruebe nuestro plan, pues es sólido y cuenta con los sustentos necesarios”, dijo al elcomercio.pe Mogrovejo, quien aseguró que las actividades en el mencionado complejo se reiniciarían en las siguientes semanas después de aprobarse el plan que propone DRP.
Sin embargo, consultado sobre las acciones que adoptaría la empresa si no se aprueba su plan de reestructuación, Mogrovejo dijo que “aún no ha llegado ese momento” y que “buscarán un consenso para garantizar la viabilidad de los mecanismos contemplados en el plan”.
En noviembre pasado, tanto Doe Run Perú como la junta de acredores de la empresa —encabezada por Cormin— confrontaron sus planes para reactivar el complejo de La Oroya. Estos últimos señalaron que el reinicio de actividades solo sería viable sin la administración de la empresa.
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