El camarada Artemio y cuyo nombre verdadero es Florindo Flores trajinó entre los departamentos de Huánuco y Ancash. De acuerdo a los informes de inteligencia de los años 90 se sabe que Artemio actuó principalmente como guardaespaldas de los narcotraficantes de la zona del Huallaga.
Las huestes de Artemio protegían a los mochileros que se trasladaban de Huánuco (Tingo María, Tocache, Huallaga, entre otros) y que llevaban inicialmente hojas de coca a través de la ruta de Huánuco-Antonio Raimondi (Llamellín) y la zona de Huacaybamba. Posteriormente estos mochileros cambiaron el traslado de hojas de coca por pasta básica de cocaína y ahora se sabe que estarían trasladando cocaína pura.
Decenas de los llamados mochileros y/o “burros andinos” trasladaban la coca a pie. De Huánuco a Ancash tomando la zona del Callejón de los Conchucos. Estos datos lo manejaba el servicio de Inteligencia de los años 80 y 90 y posteriormente la actuación del camarada Artemio se incrementó con la protección a dichos mochileros y que permanentemente eran vistos por la zona de Antonio Raimondi y Huacaybamba.
Ya en la década del 80 Abimael Guzmán consideraba la existencia de un “triángulo de oro” y que integraban los departamentos de Ayacucho Huanuco y Ancash. Por ello altos dirigentes de Sendero Luminoso de esa época recorrían como Pedro en su casa la zona del callejón de Huaylas y del callejón de los Conchucos.
Por ejemplo la ciudad de Caraz fue escenario de reuniones de altos mandos senderistas en la época del 80 e incluso uno de sus altos dirigentes como Antonio Díaz fue capturado en Huaraz luego de su viaje a Caraz y que finalmente falleció en el motín de El Frontón.
Abimael Guzmán dio gran importancia a este llamado Triángulo de Oro porque estudiantes ancashinos estudiaron en la universidad de Ayacucho y estuvieron plenamente comprometidos con los levantamientos subversivos en nuestra región. Es así como en 1992 un 07 de junio de aquel año un comando de aniquilamiento dirigido por un ancashino que había estudiado en la universidad de Ayacucho dirigió una de las matanzas más crueles. Esa misma noche asesinaron al teniente Alcalde de la localidad de Tarica y a varios empresarios. Seguidamente se trasladaron al distrito de Marcara y asesinaron al gobernador y a sus dos hijos. Finamente llegaron hasta Mancos y en presencia de sus menores hijos y esposo asesinaron a la gobernadora de dicha ciudad.
No se descarta que el camarada Artemio haya tenido conocimiento y habría estado implicado en estos asesinatos. Precisamente el movimiento en la frontera entre Huanuco y Ancash le permitía tener un gran conocimiento de la geografía de estos lugares y sobre todo para instruir a sus huestes que custodiaban a los mochileros en el traslado de la droga de Huánuco a Ancash y luego ser trasladado a la costa de Lima Ancash y Trujillo.
Diario YA
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