Indígenas rechazan construcción de carretera en Alto Purús

Diversas organizaciones indígenas denunciaron que la carretera Puerto Esperanza – Iñapari, entre las regiones de Madre de Dios y Ucayali, tendrá efectos devastadores para la vida, el ambiente y la biodiversidad.
La pérdida de la seguridad alimentaria, la afectación a la territorialidad donde se desenvuelven indígenas en aislamiento y el deterioro de la diversidad biológica serían algunos de sus efectos.
Además, la carretera motivará migraciones descontroladas, instalación de cultivos ilícitos, deterioro del medio ambiente, invasión de territorios comunales indígenas y afectación a las nacientes de agua dulce.
Las denuncias fueron realizadas por el Comité de Gestión del Parque Nacional Alto Purús, que rechazó la posibilidad de la carretera argumentando que obedece al “interés comercial de terceros” quienes se dedican al negocio de la madera y al tráfico de tierras.
Del mismo modo, la Federación de Comunidades Nativas de la Provincia de Purús (FECONAPU), emitió un pronunciamiento público donde también rechaza la construcción de la carretera y acusa al párroco de la iglesia católica local de incentivar la construcción de la misma.
Las organizaciones arguyen que la construcción de una carretera en el parque nacional acarrearía la pérdida de servicios ambientales como el agua limpia y la regulación del clima.
Por su parte, la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep) remitió una carta al Presidente de la República Ollanta Humala, donde solicita el diálogo y la consulta con los indígenas de la provincia de Purús sobre la carretera.
Aidesep sindicó al sacerdote católico Miguel Piovesan como el principal interesado en la construcción de la carretera desde el 2001, para supuestamente solucionar el “aislamiento” de los indígenas que viven en el parque.
El Parque Nacional Alto Purús fue creado en el 2004. Allí actualmente habitan los indígenas en aislamiento voluntario Mashco Piros.