Increíble pero cierto. Algunos militares que prestan el servicio militar en diferentes bases contraterroristas, en el valle de los ríos Apurímac y Ene (Vrae) y el Huallaga, estarían dotando de cartuchos de fusiles a los terroristas de Sendero Luminoso.
Esta sospecha fue confirmada con la captura de Marcelino Gaspar Villar (49), camarada ‘Roberto’, “Guepetto” o “Gordo”, capturado por la Policía el 4 de abril de este año en la provincia de Tocache (San Martín), confesó que su proveedor en municiones fue un técnico de la base militar de Tocache.
‘Roberto’ ingresó al Huallaga en diciembre del 2009 por encargo de Víctor Quispe Palomino, camarada ‘José’ (responsable del Vrae), cuyo objetivo era acabar con la vida de Florindo Eleuterio Flores Hala, camarada ‘Artemio’, hasta que fue capturado en abril de este año, sin haber cumplido con el encargo de su jefe ‘José’.
Testimonio revelador
A ello se suman los testimonios de los licenciados del EP, a la vez exsenderistas ‘Silverio’ y ‘César’, quienes, en una entrevista con el diario La República, testificaron que “fueron testigos de que los senderistas tenían contactos en el interior del Ejército que les proveían de equipos bélicos”.
“Entre los licenciados del Ejército que estábamos con Sendero Luminoso sabíamos que había un capitán (…) que vendía fusiles, granadas y munición”, dijo ‘Silverio’, durante la indicada entrevista.
Ambos exsenderistas una vez más confirmaron que “en el Vrae ese negocio es muy lucrativo porque los senderistas pagan mucho dinero”. A todo esto se agrega que el 30 de octubre de 2009, la Policía de Ayacucho capturó al suboficial EP Carlos Jiménez, del cuartel Los Cabitos 51 de Ayacucho, luego que este enviara una encomienda con 50 granadas RPG a un traficante de armas y proveedor de los senderistas en el Vrae, información corroborada por ‘César’ y ‘Silverio’.
Alimentando al enemigo
Producto de diversas emboscadas contra el Ejército y la Policía, así como adquisiciones vía algunos protervos militares, los senderistas han podido fortalecer sus fuerzas con los siguientes armamentos:
Galil, un fusil de asalto estándar, versátil y preciso, de fabricación israelí. Utilizado por el Ejército peruano y tiene como munición los cartuchos 5,56 x 45 y 7,62 milímetros.
HK G36, fusil dispara el cartucho estándar 5.56 x 45 mm, de fabricación alemana, con una cadencia máxima de 750 disparos por minuto, puede disparar además en modo semiautomático o en ráfagas, para lo cual cuenta con una palanca selectora sobre el disparador. Este fusil es utilizado por algunos grupos especializados de la Policía Nacional, como el de Antidrogas.
Ametralladora PK Kalashnikov, un armamento antiaéreo de fabricación ruso, en el caso peruano se utiliza como defensa en los helicópteros, aunque también puede instalarse a bordo de vehículos. Emplea cartuchos 7,62 x 54, es alimentada mediante cintas de 25 cartuchos, que pueden unirse a cualquier longitud deseada.
Ametralladora MAG, un armamento de propósitos generales, de fabricación belga, refrigerada por aire, accionada por los gases del disparo que son dirigidos a través de una portilla del cañón para impulsar hacia atrás un pistón que está conectado al cerrojo (emplea un mecanismo de pistón con recorrido corto).
Todos estos armamentos son de fabricación israelí, alemana, ruso y belga, por lo tanto las municiones que utilizan estos equipos no son de venta libre en el Perú, por lo tanto el único lugar de donde se proveen los senderistas es manipulando a ciertos indignos militares que estarían ofreciendo a los intermediarios de los senderistas a razón de dos nuevos soles por cada cartucho
(Pedro Yaranga).
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